Como es sabido, a los bebés generalmente les brotan los primeros dientes a los 6 meses de edad, pudiendo retrazarse la fecha hasta casi el año de edad. Los primeros dientes en brotar son los incisivos inferiores y pronto le comenzarán a salir los demás hasta completar su dentadura temporal o de leche a 20 piezas dentales.
Notaremos que estos dientes se encuentran separados entre sí, lo cual no es muy estético para la sonrisa del bebé, y es una característica que no necesariamente significa un problema que se tenga que corregir con una ortodoncia sino que se trata de una característica común en los bebés. Conforme vayan terminando de brotar los dientes, éstos se irán juntando poco a poco, haciendo disminuyendo la distancia entre los dientes.
Finalmente al cambiar los dientes temporales por los permanentes durante la niñez, éstos al ser más grandes, llenarán la cavidad bucal. Recién en ese momento se podrá determinar si se tiene un problema de separación de dientes, en incluso un problema de dientes muy juntos que hasta pueden entrecruzarse. Sea cual sea el caso, igual puede ser corregido con un tratamiento de ortodoncia, pero mientras no se llegue a ese punto no es recomendable realizar ningún tratamiento a menos que el dentista nos indique que es necesario.
Molestias más frecuentes de la dentición
No todos los bebés las tienen: mientras que algunos acusan la salida de los dientes, otros parecen no enterarse.
- Aumento del babeo debido a que la dentición estimula la producción de saliva.
- Las babas humedecen, irritan y enrojecen las mejillas y el entorno de la boca.
- Tos ligera cuando se atraganta con la saliva.
- Tendencia a morder todo lo que encuentra: su propia mano, el sonajero...
- Dolor en la encía, incluso en la mejilla y, en el peor de los casos, en las orejas. Ocurre sobre todo con el primer diente. Por su mayor tamaño, los premolares y los molares también suelen dar más molestias.
- Rechazo de la comida: pide pecho o biberón, pero pronto lo suelta porque la succión aumenta el dolor.
Aliviar el dolor de los primeros dientes
-Si el pequeño está intranquilo, le vendrá bien tener cerca alguna cosa en la que pueda frotar su encía, un poco de agua o de leche fresca, un alimento duro y fresco (como una manzana), o el mordedor frío.
-El frío reducirá la inflamación de la encía y aliviará las molestias. Si esas medidas son insuficientes, se puede frotar la encía con unas gotas del mismo analgésico que se usa para bajarle la fiebre.
La mayoría de los niños se acostumbran pronto a las sensaciones desagradables que causa la dentición y la soportan bastante bien.
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