La maternidad es una experiencia única en la que se aprende constantemente, todos los días aprendes algo nuevo y te preparas para las nuevas etapas que tu bebé empezará.
Justamente, una de las primeras etapas comienza a partir de los cuatro meses, cuando los bebés comienzan a ingerir alimentos sólidos. En ese momento tu hijo entrará en un mundo nuevo en el que explorará nuevas comidas, no hay bebé más feliz que el que descubre algo nuevo y quizá sólo sus padres sean capaces de emocionarse más.
Existen algunos accesorios de bebé, que nos permiten manejar esta etapa del descubrimiento e introducción de nuevas comidas, sabores y texturas, de la mejor forma, como los son:
Alimentadores
Para iniciarlos en el mundo de los sólidos sin preocuparse por el riesgo de ahogamiento, se puede recurrir a los alimentadores de chupa, estos interesantes accesorios permiten colocar en su interior los alimentos y el bebé succiona los nutrientes de este, además comenzará a tener contacto con alimentos distintos a la leche materna o el biberón lo que lo irá haciendo que se acostumbre al saber de nuevos alimentos. Con los alimentadores hay cero riesgos de atragantamientos (para los más preocupados) o ahogamientos, es también una forma segura de iniciarlos por ejemplo a las frutas.
Otro beneficio de los alimentadores es que con ellos se pueden reducir las tomas de leche del bebé, haciendo que en un futuro sea menos traumático el destete (para unos es más fácil dejar la lactancia que para otros).
Babero, al rescate
No podemos negarles a nuestros hijos la emoción de pelear un poco contra la comida ni podemos regañarles por babear cuando simplemente no pueden controlar los efectos de la salida de sus dientecitos, entonces el babero entra en escena. Es un viejo conocido, todos saben qué es y para qué sirve, pero sólo los padres son capaces de comprender el alivio que ofrece (para los padres) y la importancia del babero.
El babero es un trozo de tela o cualquier otro material apto para el bebé, hecho para ajustarlo de tal manera que cubra el regazo del bebé, de esta manera no importa si tiene una larga y compleja discusión con su comida favorita en la que incluso el techo participe, ni importa que produzca el peor de los babeos, sus ropitas estarán completamente a salvo de las manchas de la comida y la humedad de las babas.
El babero no tiene un límite de uso, incluso los adultos utilizamos servilletas como si fueran baberos, así que se trata de una prenda que no quedará guardada en la gaveta en unos meses y cuando entiendes su importancia también entiendes que no puedes vivir sin él, ni tú ni la ropa de tu hijo, principalmente. Además, se trata de una prenda sumamente económica a pesar de su utilidad.
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